Expediente Quintana Roo/ CNNMéxico.com
Expresión inquieta de esperanza,
instalada en la tensión controlada de tu cara
durante la espera frente a la pantalla,
deseoso por conseguir la calma
triunfante de la dignidad.
Mientras contemplas los brazos al aire,
con los cuerpos enfrentados
a las rachas de un viento
que los descubre en carne viva,
piensas en la fuerza que los une
a una obligada revolución.
Respiras en la distancia el oxígeno
que deseas ver renovar,
adentrándote en el sacrificio personal
de tantos, que por fin lo pudieron explorar.
Asfixiada juventud. Ritmos valientes.
Inciertos momentos. Cadena de lugares.
Seguros deseos de liberarse.
Cuando contemplas la inconsciente locura
de la libertad,
temes por la irresponsable locura
de una enriquecida autoridad.
Mientras compartes el inflexible deseo
por conquistar una nueva vida
para tantos, a pesar de la dura lucha
contra el inflexible poder que explota
la desolada desdicha
de una esclava humanidad,
no puedes evitar una enojada expresión.
Primero contra los ocultos apoyos
de la extremidad de Oriente;
después contra la interesada
extremidad de Occidente;
ambos fanatismos impertinentes
que sólo buscan beneficios nada convenientes.
Tras ver la imagen de ese mar de cuerpos
fundidos en el espacio de esa plaza,
vuelves la cabeza para hablarnos
con tu mirada: los puños
batidos al aire se han armado
del valor de los valientes sufridores
que consquistarán su futuro;
y espero que esa conquista
nos llegue desde la paz.
Expresión inquieta de esperanza,
instalada en la tensión controlada de tu cara
durante la espera frente a la pantalla,
deseoso por conseguir la calma
triunfante de la dignidad.
Mientras contemplas los brazos al aire,
con los cuerpos enfrentados
a las rachas de un viento
que los descubre en carne viva,
piensas en la fuerza que los une
a una obligada revolución.
Respiras en la distancia el oxígeno
que deseas ver renovar,
adentrándote en el sacrificio personal
de tantos, que por fin lo pudieron explorar.
Asfixiada juventud. Ritmos valientes.
Inciertos momentos. Cadena de lugares.
Seguros deseos de liberarse.
Cuando contemplas la inconsciente locura
de la libertad,
temes por la irresponsable locura
de una enriquecida autoridad.
Mientras compartes el inflexible deseo
por conquistar una nueva vida
para tantos, a pesar de la dura lucha
contra el inflexible poder que explota
la desolada desdicha
de una esclava humanidad,
no puedes evitar una enojada expresión.
Primero contra los ocultos apoyos
de la extremidad de Oriente;
después contra la interesada
extremidad de Occidente;
ambos fanatismos impertinentes
que sólo buscan beneficios nada convenientes.
Tras ver la imagen de ese mar de cuerpos
fundidos en el espacio de esa plaza,
vuelves la cabeza para hablarnos
con tu mirada: los puños
batidos al aire se han armado
del valor de los valientes sufridores
que consquistarán su futuro;
y espero que esa conquista
nos llegue desde la paz.
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