viernes, 30 de septiembre de 2011

10º. EL CORAZÓN DEL FARO.



La línea desdibujada de un cálido corazón


descendió junto a una desconocida vía,


entre un gris y nebuloso fondo


de marcas gruesas sobre el papel de la vida.




La línea desgastada, pero fuerte, del corazón,


soportó el empuje de la crueldad


que sólo entiende de herirlo un día tras otro;


se protegió en el calor de unas manos,


en la reconfortante claridad de otros ojos,


en la caricia gratuita que al posarse


en su territorio le regalan palomas mensajeras.




Hoy, ese adolescente corazón de tez morena,


llegado desde la otra orilla del sur,


quiere encontrar en nuestro sincero afecto,


en la virtud de nuestras palabras desnudas,


en el sol abierto que respira en nuestro azul,


los rayos que conviertan, poco a poco,


su desdibujada silueta en un trazo maduro.




Y lleno de luz, ser un potente faro


siempre dispuesto a compartir su resplandor.




En su cumpleaños: 05/10/2011.

miércoles, 10 de agosto de 2011

9º. 25.

Adriano Robles

I

Sobre la piel de tu cuerpo,
limpio y claro riachuelo,
recé una oración, mi credo;
sin dios, sin telón, sin techo,
recé una oración, mi credo:
tu contacto y mi deseo.

II

Amaneció.
Se ocultó el esqueleto de la noche
tras amarillos cordones de luz.
Amaneció.
Siguió encendida en la pasión,
la fuerza atada entre tú y yo.
Amaneció.
Bajó la luna; se asomó el sol;
estar contigo, me rescató.

III

Súbita presencia intercalada.
Manojo reducido de candela.
Largo viajar sobre las mejillas,
y al fin caricias.

Rescoldo al calor de las heridas.
Rito mágico y celeste.
Galán roto de certezas,
y al fin caricias.

Romo extremo de delicias.
Suelto lazo que se estira.
Luz de madera encendida,
y al fin, caricias.





jueves, 5 de mayo de 2011

7º. COMO COMETAS EN EL CIELO.

"Cometas en el cielo" de Marc Forster,basada en la novela de Khaled Hosseini.

Estuve a punto de morder sobre mis labios
con la rabia contenida que lanzó mi malestar.
Contemplar,
impotente,
la terrible crueldad de unos niños deformados,
que disparando su enrabietado racismo
contra la servil inocencia de un igual,
dibujan, con las heridas,
la más dura imagen de la fidelidad.

Estuve a punto de aplastar,
agarrando con mi mano cerrada
el aire irrespirable
que me faltaba por tomar,
la infidelidad del amigo
que suma más crueldad.
Al que siempre trató como igual.
Al que consiguió lo prometido.
Al que aguantó la mirada indefensa
y prefirió pagar con un tributo racial.
Al que ocultó los abusos
del enemigo y de su amistad.

Estuve a punto de golpear
con mi puño ya cerrado,
sobre la hueca madera
de una mesa sin cristal.
Sentía la indefensión
de la sinrazón mezquina
que alimenta el fanatismo
y en nombre de dios asesina.

Estuve a punto de ahogarme
en la tempestad de arena
de aquel oscuro desierto,
que con deformes promesas
somete a su infiel capricho
fidelidades funestas.
Mientras era castigada
la única y aprendida defensa de un huérfano,
la que buscaba entre sangre liberarlo de su encierro,
una vez más la crueldad humana, disfrazada de blanco,
gobernaba la cadena del sometimiento y la humillación,
de la cárcel y el destierro.

En unos instantes,
desaparecida la rabia,
respirando el aire de un claro amanecer,
abriendo el puño para sujetar el cordel,
estuve a punto de llorar
cuando el silencio de un niño apagado,
descubría en la lejanía
el incierto territorio de la libertad;
muy al fondo está el camino,
que por cometas al cielo
es dibujado al azar.





viernes, 11 de marzo de 2011

6º. EL ROSTRO DE LA ESPERANZA


Expediente Quintana Roo/ CNNMéxico.com

Expresión inquieta de esperanza,
instalada en la tensión controlada de tu cara
durante la espera frente a la pantalla,
deseoso por conseguir la calma
triunfante de la dignidad.

Mientras contemplas los brazos al aire,
con los cuerpos enfrentados
a las rachas de un viento
que los descubre en carne viva,
piensas en la fuerza que los une
a una obligada revolución.

Respiras en la distancia el oxígeno
que deseas ver renovar,
adentrándote en el sacrificio personal
de tantos, que por fin lo pudieron explorar.
Asfixiada juventud. Ritmos valientes.
Inciertos momentos. Cadena de lugares.
Seguros deseos de liberarse.

Cuando contemplas la inconsciente locura
de la libertad,
temes por la irresponsable locura
de una enriquecida autoridad.

Mientras compartes el inflexible deseo
por conquistar una nueva vida
para tantos, a pesar de la dura lucha
contra el inflexible poder que explota
la desolada desdicha
de una esclava humanidad,
no puedes evitar una enojada expresión.
Primero contra los ocultos apoyos
de la extremidad de Oriente;
después contra la interesada
extremidad de Occidente;
ambos fanatismos impertinentes
que sólo buscan beneficios nada convenientes.

Tras ver la imagen de ese mar de cuerpos
fundidos en el espacio de esa plaza,
vuelves la cabeza para hablarnos
con tu mirada: los puños
batidos al aire se han armado
del valor de los valientes sufridores
que consquistarán su futuro;
y espero que esa conquista
nos llegue desde la paz.